Se celebraron los Óscar y la estrella de Hollywood se quedó con el premio a mejor actor por su papel en «The Father».
Finalmente, el pasado domingo llegaron los Premios Óscar 2021. La gala, adaptada a las condiciones pandémicas, fue mayormente virtual y tuvo lugar en Los Ángeles. No faltaron las sorpresas. Una de ellas fue enterarnos de que el favorito de la terna a mejor actor, el fallecido Chadwick Boseman -nominado por su papel en «La madre del blues»- perdió la estatuilla en manos del octogenario pero siempre admirable Anthony Hopkins.
Este fue el último galardón del evento, algo atípico para lo que nos tiene acostumbrados la ceremonia. Generalmente, los óscares que cierran la premiación son los que corresponden a Mejor película.
Sin embargo, este año la gala cerró con un aplauso al gran intérprete británico que, cabe destacar, no se encontraba conectado. Su ex agente explicó que el actor se encontraba dormido al momento de recibir el premio y por eso su colega Joaquín Phoenix lo felicitó y «aceptó» el Óscar en su lugar. Fin de la transmisión.
En la mañana de hoy, un radiante Hopkins publicó un video en Instagram agradeciendo el premio, un tanto sorprendido y bastante agradecido. “Aquí estoy en mi tierra natal, en Gales. A los 83 años no esperaba recibir este premio y estoy muy agradecido. Quiero rendir homenaje a Chadwick Boseman, a quien perdimos demasiado pronto”, expresó. Y continuó: “Realmente no esperaba esto, así que me siento muy privilegiado y honrado”.
En The Father, Hopkins interpreta el difícil y sensible personaje de un anciano con Alzheimer, bajo la dirección del francés Florian Zeller. Su actuación evade los estereotipos reservados a la ancianidad y se cuida de las bromas incómodas. Para quienes conocen la enfermedad, el personaje de Anthony es quizás una denuncia social: las personas con Alzheimer son eso, personas. Tal vez sea hora de tratarlas así.
Es la segunda vez que el actor galés gana una estatuilla. La primera la consiguió en 1992 por su trabajo en El silencio de los inocentes, interpretando al psicópata caníbal Hannibal Lecter. Le bastaron 17 minutos para consagrarse con el máximo premio de la Academia.
En el medio, hubo varias nominaciones, dos de ellas en la categoría de actor protagónico por Lo que queda del día en 1994, y Nixon en 1996; y otras dos como actor de reparto por Amistad en 1998, y Los dos papas el año pasado.
Sus comienzos: de actor temperamental a leyenda del cine
Anthony Hopkins tiene 61 años de trabajo en el mundo audiovisual. Comenzó a los 30 con un papel menor en una película casi desconocida: The White Bus, de Lindsay Anderson, estrenada en 1967.
Sus dotes actorales le abrieron camino fácilmente a las grandes ligas, donde empezó a trabajar bajo la dirección de personalidades como Richard Lester, Robert Wise, Richard Attenborough y David Lynch. Con El silencio de los inocentes incursionó en la pantalla grande, un lugar donde se acomodó lo suficientemente bien como para compartir elenco con figuras renombradas del cine hollywoodense.
Reservado en lo personal, el actor británico mantuvo siempre una imagen seria y destacable, digna de un Sir. No obstante, confesó haber sido muy infeliz durante su infancia y adolescencia, motivos por los que comenzó a consumir alcohol de forma problemática siendo muy joven.
En los ´70 abandonó a su primera esposa e hija, con la excusa de ser «demasiado egoísta» para crear una familia, algo que su hija nunca le perdonó. Por esos años, se lo conocía como un «actor temperamental» con el que muchos odiaban trabajar. El mote devenía de sus actitudes agresivas durante los rodajes: repentinos ataques de ira, desapariciones inexplicables y peleas con el staff que a veces se iban a las manos.
Años después él mismo confesaría que, como no quería tomar durante la jornada laboral, la resaca le jugaba una mala pasada en su ánimo general. Y que el 29 de diciembre de 1975, tras amanecer en un motel de Phoenix sin saber cómo había llegado hasta allí, hizo el clic necesario para dejar la bebida, algo que logró hace 45 años.
Hoy, el actor de 83 se encuentra en una etapa diferente. Activo en redes sociales, disfruta del contacto con sus fanáticos como de publicitar y ostentar su talento en áreas como la música y la pintura. Las críticas son positivas.
La polémica
Merecido o no, el premio de Anthony Hopkins reveló una disputa siempre latente en el ámbito de los Óscar.
A los que preferían a Boseman como premiado de la terna, se suman quienes denuncian la falta de diversidad étnica de los ganadores.